Vivir es elegir
Había una vez un rey muy temido por su bravura que ganaba todas las batallas. Tenía por costumbre con los prisioneros que hacia en el campo de batalla llevarles a su castillo. Allí les conducía a una sala en la que estaban perfectamente formados sus arqueros. También había una puerta de aspecto tenebroso con dibujos de calaveras y manchas desagradables. Mandaba que los prisioneros se situaran en el medio, a un lado los arqueros, al otro la puerta y les hacia la siguiente proposición: “Podéis morir de inmediato a manos de mis arqueros o atravesar esa puerta y ver lo que hay al otro lado. Esto es lo que podéis elegir. Ahora depende de cada uno de vosotros”
A lo largo de los años invariablemente todos los prisioneros eligieron morir a manos de los arqueros. Un soldado que había combatido con el rey y ya estaba al final de su servicio le pidió al rey si podía satisfacerle una curiosidad que tenia: “Majestad por mucho tiempo le he servido y a pesar de bravura siempre he visto que actuaba de forma justa con los prisioneros dándoles a elegir su final. Mi pregunta es “¿Qué hay detrás de esa puerta?”. ¡Mira por ti mismo! le respondió el rey. El soldado entonces, abrió temerosamente la puerta y, a medida que lo hacía se dio cuenta de que los rayos del sol entraban en la sala y la iluminaban, finalmente, descubrió sorprendido que la puerta se abría hacia el camino que conducía a la libertad. El soldado sorprendido miró al rey sin comprender bien. El rey a modo de explicación le dijo: “Yo les daba la elección, pero preferían morir que arriesgarse a abrir esta puerta”
Manejarnos con la incertidumbre de la vida no es fácil. Tenemos que tomar decisiones y hacer elecciones sin conocer el resultado de antemano, sabiendo que a pesar del esfuerzo realizado tenemos el riesgo de no conseguir lo que queremos. Hay un refrán popular que dice “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” y lo seguimos aferrándonos a nuestras seguridades. Este cuento nos muestra que a veces tenemos que abrir la puerta sin saber qué hay al otro lado confiando que al hacerlo será para mejor.