5 libros que ayudan a desestigmatizar la salud mental
No he visto la película Joker pero conozco una de sus frases más memorables, una que me gusta mucho: «Lo más difícil de tener una enfermedad mental es que todo el mundo espera que te comportes como si no la tuvieras». Y no solo me gusta por su significado, sino precisamente por tratar la salud mental en un producto que va a ver tanta gente, de todas las edades.
Y es que, por suerte, cada vez más se trata el tema en medios de comunicación, redes sociales, series, películas, libros. Somos millones de personas los que sufrimos algún trastorno, de ahí la tremenda importancia de hablar de ello; de acudir a terapia; de tratarlo con naturalidad (¡porque es lo más natural del mundo!); de fechas como el 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental; de recordarnos que lo que nos pasa les pasa a más personas, que no estamos solos, que otros como tú y como yo estamos aquí.
Así, empecé a pensar en libros de ficción donde alguno de sus personajes tiene algún problema de salud mental, y elaboré una lista. Esta lista:
(Si clicas en el título de cada novela podrás leer su sinopsis).
Mil veces hasta siempre, de John Green: fue la primera historia que leí en la que, al retratar la ansiedad, pensé: «Sí, así es». Y es que, el autor consigue reflejar de una forma realista, descarnada y, sobre todo, sin romantizar, un problema que a muchos nos complica bastante la vida.
Conseguí entender a la protagonista y ponerme en su lugar y, sobre todo, me alegré de que, gracias a un escritor superventas como Green, más gente supiese qué es de verdad la ansiedad.
El imprevisto caso del chico en la pecera, de Lisa Thompson: en este caso la autora nos acerca la experiencia de sufrir un fuerte trastorno obsesivo-compulsivo a través de un niño de 8-10 años.
Así que conocemos este problema, sí, pero, además, lo hacemos a través de la visión de un niño, cosa que le añade crudeza y, quizá, mayor valor (porque, por lo general, se retratan este tipo de trastornos en personas de más edad).
Precisamente es lo que más valoro de la novela: que Thompson consigue que sientas la misma angustia que Matthew y, aunque llegas a agobiarte, me parece todo un logro conseguir algo así a través de la escritura.
El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon: la historia está contada desde el punto de vista de Christopher, un chaval de 15 años con síndrome de Asperger.
El autor logra transmitir de forma magistral la manera de pensar y actuar de una persona con autismo, consigue que empatices en todo momento con el protagonista y que sientas que el personaje te habla directamente a ti.
El final, además, es tierno, esperanzador y, sobre todo, motivador e inspirador. (¡¡Y necesario!!).
Reinas geek, de Jen Wilde: si bien no me convenció del todo en su conjunto, sí lo hizo la manera de describir la ansiedad. Mientras lees cómo lo vive Taylor te das cuenta de que la autora sabe de lo que habla; de que, o bien también ha pasado por ello, o bien se ha documentado y ha hablado con un montón de personas del tema.
Te confieso que, a ratos, fue bastante duro verme tan reflejada en la vivencias de un personaje y, a otros, me vino bien para recordarme que algo así (vivir con ansiedad) no solo me ocurre a mí, que no soy un bicho raro, que no estoy sola.
Fangirl, de Rainbow Rowell: tuvo que llegar una relectura a finales de 2019 para darme cuenta del gran acierto que era que la novela tratase varios temas de salud mental. Reconozco que la primera vez que la leí (allá por 2015), no le di apenas importancia. Pero, ahora, me parece lo más significativo de la historia.
Así, la autora habla de ansiedad, de ataques de pánico, de trastorno bipolar, de problemas con el alcohol… de una manera cercana y, sobre todo, en un libro que atrae a tanto público joven.
Cintia Fernández Ruiz, autora del post
Imagen de cabecera: Blaz Photo