La adolescencia es un periodo de tránsito. Una etapa de crisis por el final de la infancia y transformación ante el inicio de la vida adulta. Supone una crisis en el sentido positivo del término, una oportunidad de crecimiento en el camino de la vida.
Hablamos de pubertad para referirnos a la primera parte de la adolescencia, cuando se producen los cambios físicos que van transformando el cuerpo del niño/a en el del adulto en que se va a convertir. Aparece el despertar de la sexualidad, la capacidad para reproducirse y también nuevas posibilidades para pensar por sí mismos, elegir y reflexionar sobre su propia vida.
La pubertad es un fenómeno universal, una etapa evolutiva por la que pasamos todos los seres humanos. La diferencia es que en cada cultura se vive de una forma diferente. En la nuestra existen algunas contradicciones que favorecen la aparición de conflictos en el adolescente y también en sus padres y en la relación entre ambos. Aparecen algunas dificultades relacionadas con el retraso en el período de escolarización, paro juvenil, competitividad del sistema, mensajes contradictorios de los medios de comunicación, etc. Esto hace que surjan tensiones en la familia y que algunos adolescentes se sientan perdidos o manifiesten conductas problemáticas
En nuestro medio con horarios laborales extenuantes, desempleo, culto al cuerpo y el placer, libertad sin límites, valor del dinero, etc. Los padres y madres tienen una tarea difícil en la educación de sus hijos/as y los adolescentes tampoco lo tienen fácil para encontrarse a sí mismos y la vida que quieren conseguir.
Algunos chicos y chicas actualmente tienen dificultades para comunicarse, para controlar sus deseos, para entender los límites y la autoridad, con miedo a asumir responsabilidades, y hacer cargo de su propia vida
¿Qué tipo de ayuda proporciona el psicólogo en esta etapa?
- Ayudar a los padres y madres a conocer los cambios propios de esta etapa. A mantener su autoridad favoreciendo la autonomía y opción a elegir del adolescente.
- Ayudar al adolescente con las conductas problemáticas (normalmente asociadas a ciertos riesgos) que manifieste orientándole a otras de cuidado y protección personal.
Tratamientos específicos:
- Depresión, ansiedad, miedos, fobias, obsesiones
- Problemas con la alimentación: Anorexia, bulimia, obesidad
- Adicciones: alcohol, drogas, tabaco
- Problemas en el control de impulsos y límites
- Dependencia a nuevas Tecnologías
- Orientación sexual e identidad sexual
Orientación y desarrollo personal:
- Mejora de habilidades sociales
- Entrenamiento en habilidades de comunicación y resolución de problemas de la vida cotidiana
- Orientación para afrontar la soledad, tristeza, pérdidas
- Manejo de límites y del estrés
- Entrenamiento en habilidades para la toma de decisiones y la búsqueda de sentido…